3,2,1… Elecciones Municipales 2020

Estamos a un poco más de un año de las próximas elecciones municipales y la competencia ya se puso interesante, al menos en la comuna de Valdivia.

El juego se abrió con el anuncio del actual concejal por la comuna, Felipe Riffo, quien asegura que renunciará a su partido, Renovación Nacional, para competir como independiente por el sillón alcaldicio. Esto, debido a que, al parecer, las pugnas al interior de los partidos de Chile Vamos siguen latentes y no habría acuerdo para llevar un candidato único.

Por otro lado, Carla Amtmann de Revolución Democrática, también ha sido clara en señalar su intención de alcanzar la alcaldía. En un inicio como la candidata del Frente Amplio y luego, haciendo un llamado a la unidad, ya que sus intenciones son ser la candidata de toda la izquierda, lo que incluye a los partidos de la (ex) nueva mayoría.

Además, Omar Sabat (actual alcalde pro-UDI) sigue en lo suyo, cada vez con más vehemencia. Y hay que reconocer que el actual alcalde lleva una ventaja: Va a ser alcalde / candidato durante cuatro años. Ha tenido prensa, posibilidad de mostrarse, de enviar mensajes vía whatsapp y de usar las redes sociales absolutamente a su favor, lo que ha hecho de muy buena manera.

El Partido Socialista también tiene lo suyo. Es uno de los partidos más fuertes de la región, electoralmente hablando, ya que tiene un senador, un diputado (que fueron dos al inicio, antes de la renuncia de Patricio Rosas) y dos concejales en el municipio valdiviano. Y es allí donde seguramente se jugará sus cartas, con Pedro Muñoz y Rocío Araya.

La Democracia Cristiana también tiene sus nombres, dejando en claro que definirán a su precandidato a través de primarias internas, donde competirán Patricia Morano (ex Gobernadora de Valdivia), Carlos Amtmann (ex rector de la Universidad Austral y casi-casi alcalde) y Gonzalo Espinoza (ex concejal de la comuna de Valdivia).

Con este panorama, se me vienen varios comentarios a la mente.

En primer lugar, agrada que la mayoría de los nombres sean personas jóvenes, de un rango de edad sub-40, lo que desmorona la creencia popular que a los jóvenes no les interesa la política. Al contrario, los nombres jóvenes son personas con alta vocación social, con gran sentido de lo político y muy bien preparados en distintas áreas.

En segundo lugar, curiosa es la dupla Carlos-Carla Amtmann. No tengo recuerdo de otra comuna (corríjanme si me equivoco) donde padre e hija tuvieran intención de competir para alcanzar el mismo cargo de representación popular. ¿Responderá a un legítimo interés familiar o una estrategia?

En tercer lugar, a mi juicio, el mejor ejercicio de “unidad” son las primarias legales y vinculantes, por lo que aún queda mucho paño que cortar para definir a el o la candidata/a de la centro-izquierda.

Y, por último, Chile “vamos”, parece que no “vamos”, si no que “va” cada uno por su lado, lo que debilita la opción de reelección del actual alcalde y ofrece una gran oportunidad a la centro izquierda de quedarse con el municipio, luego de más de veinte años.

Finalmente, lo anterior se restringe a lo absolutamente electoral.  Sin embargo, lo que hará la diferencia y le dará el triunfo al próximo alcalde o alcaldesa, será la sintonía que logre con la ciudadanía, la conexión con los problemas reales y cotidianos de la ciudad, aquellas cosas que han limitado a Valdivia en su desarrollo. Cada sector y candidato/a tiene el desafío de plantearnos un programa de trabajo que recoja esas inquietudes, tan sentidas por todes: Ordenamiento territorial, ordenamiento vial, seguridad pública, protección del medio ambiente, posicionamiento como capital regional del sur de Chile, entre otros.

En resumen, más planificación y menos tortas.