Abren licitación de estudio para elaborar normas secundarias en la cuenca del Río Bueno
Una licitación, para desarrollar un estudio de base que permita la elaboración de normas secundarias de calidad ambiental en la cuenca del Río Bueno, fue abierta por parte del Ministerio del Medio Ambiente en Los Ríos.
Se trata de un proceso licitatorio que ya fue publicado y que servirá para dilucidar cuál es el estado actual de esta cuenca y todos sus afluentes en la región, incluyendo el Lago Ranco.
Al respecto, el SEREMI del Medio Ambiente de Los Ríos, Alberto Tacón dijo que el estudio “va a permitir establecer las áreas de vigilancia y definir claramente cuales son los parámetros importantes a considerar y cuál es la calidad del agua en ese momento en el río y los usos para los que está siendo ocupada. Se va a evaluar todos los servicios ecosistémicos”
Frente a las amenazas o actividades antrópicas que puedan afectar el cuerpo de agua, Tacón indicó que “sabemos que acoge varios núcleos urbanos importantes, como Río Bueno y La Unión y que hay industria láctea y pisciculturas, que también generan un tipo de efluente en el río (…) Justamente una de las funciones de este estudio es recabar información mucho más detallada de dónde están y qué dimensiones tienen” agregando que “hay proyectos energéticos hidroeléctricos que eventualmente podrían afectar a la calidad del agua”, advirtió.
Valorando el proceso, el delegado presidencial del Ranco, Alejandro Reyes. “Para desarrollar políticas públicas serias y que se proyecten en el tiempo, tenemos que tener instrumentos de gestión ambiental que estén respaldados científicamente (…) una vez que tengamos los resultados, vamos a poder proyectar políticas públicas que también estén vinculadas con la comunidad, sus modos, usos y costumbres de vida. Recordemos que también la cuenca del Río Bueno en algunos sectores es utilizada para los respectivos APR de consumo humano, pero también hay otro tipo de usos productivos de agricultura de subsistencia”.
La inversión para dicho estudio asciende a 300 millones de pesos por parte del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), proyectándose un plazo de 24 meses para su realización y conclusiones.
Cuando esto concluya, se elaborarán las normas secundarias de calidad ambiental en la cuenca, donde se definirán los parámetros y valores límites en la concentración de agentes contaminantes, indicadores que -en caso de ser necesario- podrían establecer zonas de latencia o saturación.