Con un memorial homenajearon a vecinos de Valdivia que fueron víctimas de la Dictadura Cívico-Militar
Con un memorial homenajearon a vecinos del sector Huachocopihue de Valdivia que fueron víctimas de la Dictadura Cívico-Militar, acción que fue impulsada por las propias organizaciones del barrio.
En el marco de los 50 años del Golpe de Estado, la Junta de Vecinos del lugar quiso honrar a Pedro Barría Ordóñez, Carlos Lorca Tobar, Raúl Barrientos Matamala y Fernando Krauss Iturra, quienes eran socios de la organización vecinal y que fueron víctimas del régimen dictatorial instaurado en el país.
Barría Ordóñez y Krauss Iturra eran jóvenes estudiantes que pertenecían al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), quienes fueron fusilados en octubre de 1973 en el paso de la Caravana de la Muerte.
Misma suerte sufrió Barrientos Matamala, quien también militaba en el MIR y fue ejecutado en el puente Estancilla, camino a Niebla, en agosto de 1984 en medio de la Operación Alfa Carbón implementada por la Central Nacional de Inteligencia (CNI) en el sur del país.
Por otro lado, Lorca Tobar era un militante socialista, médico de profesión y que había sido electo recientemente como Diputado de Valdivia, todo eso antes de ser detenido y mantenerse desaparecido hasta los días de hoy.
Es así como la organización vecinal, el Centro Cultural Humedales de Huachocopihue y la Corporación Colectivo Sur, Memoria y Dignidad, pidieron a la Corporación Cultural Municipal de Valdivia (CCM) que donen una escultura para homenajear a las víctimas de la Dictadura.
Dicho ente terminó acogiendo la solicitud de las agrupaciones y donó la obra en metal “Danza con el viento”, creada por el artista boliviano Jaime López en el marco del XIX Simposio Internacional de Escultura de Valdivia, evento que fue organizado por la propia CCM y cuyo diseño fue elegido por los vecinos.
La inauguración de la escultura pública, a lo que se sumó una baldosa para la memoria, contó con la presencia de la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, quien comentó que “hoy estamos en el marco del cincuentenario, pero las conmemoraciones, los ejercicios de memoria, los vienen realizando las distintas agrupaciones y organizaciones de derechos humanos y de familiares de detenidos desaparecidos hace muchos años, incluso cuando todo estaba en contra. Hoy día lo que nos toca como Gobierno, como sociedad y como un deber del Estado, es conmemorar”.
En esa línea, la secretaria de Estado hizo énfasis en que “podemos tener muchas diferencias, pero en algo en que no podemos perdernos es en que el quiebre de la democracia es inaceptable y las violaciones a los derechos humanos no pueden volver a suceder en nuestro país jamás”.
Por su parte, la Delegada Presidencial de Los Ríos, Carla Peña, afirmó que “en esta conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado justamente hemos querido trabajar con todas las organizaciones de derechos humanos de nuestra región, para juntos seguir construyendo memoria”.
Así, la representante del Gobierno en la zona recalcó que “este hito que hemos inaugurado, luego de mucho trabajo y cariño, da cuenta de que nadie está olvidado. Que tal como a Carlos Lorca Tobar, Pedro Barría Ordóñez, Raúl Barrientos Matamala y Fernando Krauss Iturra, vecinos, víctimas de la Dictadura, este lugar será también un memorial a los derechos humanos”.
El presidente de la Junta de Vecinos de Huachocopihue, Néstor Berrocal, destacó este trabajo conjunto que realizaron las organizaciones sociales para concretar la iniciativa, manifestando que “hemos hecho un homenaje en los 50 años en materia de derechos humanos a nuestros compañeros asesinados por la Dictadura Cívico-Militar. En este acto, hemos descubierto una escultura, una placa y una paloma de la paz para rendirles el justo homenaje, con la presencia de numerosos vecinos y la asistencia de diversas autoridades (…) queremos expresar nuestra gratitud a todos y cada uno de quienes participaron en este emotivo y solemne acto de homenaje a nuestros vecinos”.
Cabe recordar que el barrio Huachocopihue es uno de los más antiguos de Valdivia, generándose inmediatamente posterior al terremoto de 1960 y se caracterizó por ser muy activo en los procesos de cambio durante el Gobierno de Salvador Allende.
Según informan desde la cartera de Culturas, en la Dictadura hubo 67 vecinos detenidos, 36 casas allanadas y al menos cuatro familias exiliadas (penas conmutadas), junto con una gran cantidad de personas exoneradas y relegadas.