El músico valdiviano Lucas Espiral contó los detalles de lo que será su primer disco
Se trata de Lucas Espiral, músico valdiviano que actualmente se encuentra grabando su primer disco oficial de diez canciones titulado “Pánico de Hormigas”, en donde el propio artista destaca la canción “El Síndrome de la Bruja Nocturna”, que trata sobre la parálisis del sueño y que musicalmente hablando tiene varios cambios interesantes.
Lucas Espiral es un músico valdiviano que comenzó a desarrollar el gusto por la música a los catorce años a través de la interpretación de sus canciones favoritas en voz y guitarra. A los veinte años, y motivado por continuar desarrollando este arte de una forma profesional, Lucas viajó a Córdoba, Argentina para comenzar sus estudios de composición musical y, de manera continua, saxofón y canto lírico en el Conservatorio de Música de dicha ciudad.
A través de sus melodías Lucas Espiral busca contar sus experiencias de vida de una forma diferente, con cambios y giros abruptos, sorpresivos y que desintegra la noción de control que el ser humano puede llegar a tener.
Para conocer un poco más acerca de sus proyectos e historial musical, RioenLinea conversó con el artista, en donde además dio a conocer los detalles de su próximo disco.
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¿Cómo inicio tu carrera musical?
Desde pequeño que tuve el interés por la música, me llamaba la atención la batería y el saxofón pero al ser instrumentos menos accesibles por su excesivo precio, tomé una guitarra vieja que estaba colgando en casa, y a partir de ese momento no la solté más. Esto empezó cuando tenía 14 o 15 años, tratando de reproducir las melodías de las canciones que escuchaba en ese tiempo.
A medida que pasaban los años empecé a darme cuenta que tenía una facilidad para reproducir lo que escuchaba, al igual que desarrollaba ideas propias que posteriormente transformaría en canciones.
Profesionalmente hablando, mi carrera inició cuando decidí irme a estudiar música a Córdoba – Argentina, donde estudié un año de Composición Musical, para luego entrar al Conservatorio de Música y estudiar Saxofón y canto lírico. Durante ese periodo lancé un demo titulado “Luz Fuego Sombra”, que es una recopilación de canciones que escribí desde mis 15 hasta los 20 años de edad.
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¿Cuáles son tus principales motivaciones al momento de componer?
Siempre han sido diferentes. Mi primera etapa de canciones la considero la más existencialista, llena de dudas y confusiones que canalizaba a través de la música. Posteriormente entré en una etapa más emocional, con canciones enfocadas en la lírica y los vínculos humanos.
Ahora con “Pánico de Hormigas” entro a una etapa más crítica y de maduración de lo que he venido creando hasta el momento, con tintes de las etapas anteriores pero con más potencia y seguridad. También rescato bastante el puente emocional – racional que he venido cultivando a lo largo de mi historial de canciones.
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¿Qué mensaje pretendes entregar a través de tus canciones?
Diría que más allá del mensaje literal de cada canción, me quedo con el equilibrio musical/lírico/estructural que he ido desarrollando a lo largo de mis creaciones, que se salen bastante del formato canción. El universo creativo que hay en la música es infinito, y siempre me ha dado pena escuchar la decadencia a lo largo de los años en el nivel de la música popular.
Si bien trato de que mis letras tengan un mensaje enfocado en el aspecto emocional y poético, lo que me mantiene conforme en mis canciones, es que tengan ese giro que las saca de la monotonía y las transforma en una historia musical. También está la otra faceta, no siempre es llevadero crear cosas complejas y difíciles de escuchar. Si bien me cuesta centrarme en la simpleza, enfocando la complejidad en otros aspectos como la armonía o algún juego vocal, llego a otros equilibrios que suelen ser muy agradables.
Podría decir que mi mensaje apunta a contar mis experiencias de vida de una manera diferente, con cambios y giros abruptos como la vida, que te da sorpresas en cualquier momento y desintegra la noción de control que uno puede llegar a tener.
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¿Podrías comentar algunos detalles de tu próximo disco?
El disco se llamará “Pánico de Hormigas” y tendrá una temática crítica, con mucha energía y matices musicales que me tienen muy satisfecho. Será mi primer disco oficial, ya que en el año 2015 lancé un demo casero, que si bien no tenía una calidad óptima, sirvió para empezar a dar a conocer mis creaciones. Además ahora está en proceso un EP acústico grabado en Valdivia hace unos meses.
Es financiado por el Fondo de la Música 2019, al que postulé el año pasado y me llevé la grata sorpresa de quedar seleccionado, ya que nunca había postulado anteriormente y conozco varios casos de personas que han postulado más de una vez sin resultados positivos.
Diez serán las canciones del disco y cada una contará una historia diferente, y entre ellas puedo destacar “El Síndrome de la Bruja Nocturna”, canción que trata sobre la parálisis del sueño y que musicalmente hablando tiene varios cambios interesantes.
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¿Cómo ves el escenario en Chile para desarrollarse como músico?
Yo diría que ser músico es complejo, más allá de si es en Chile o en otro país. Yo no volví hace mucho tiempo y más allá de las dificultades constantes que tiene que afrontar el músico ( falta de espacios, malos tratos de los locales, tocar gratis, malos equipos técnicos, entre otros) me he topado con sorpresas gratas como el Fondo de la Música que me adjudiqué, o algunos conciertos bien remunerados y a tope de público.
Las falencias que puedo observar aquí en el sur, suelen ser la falta de espacios y que el público en general es bastante apretado para apoyar la música local. Si la entrada cuesta más de dos mil pesos la van a pensar varias veces antes de ir a un evento, cosa que no ocurre en Santiago o en otros lados. También veo mucha competencia entre los músicos, en vez de hacer una red de apoyo que nos beneficie a todos.
En Argentina el trabajo colectivo era una cosa increíble, se paraban eventos masivos a puro esfuerzo y poniendo lo que cada uno tenía. Acá también ocurre pero siempre está el miedo de que el público no vaya a apoyar estos eventos autogestionados, que terminan rompiéndote la espalda y agotando tus energías por unos pocos pesos que con suerte sirven para cubrir los gastos de producción.
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¿Crees que la forma de realización musical en Argentina es diferente?
Yo creo que es algo diferente en cualquier parte del mundo. El artista siempre se va a ver bombardeado por el entorno y la realidad que conlleva. También tiene que ver con el factor educativo y cultural de cada país, en Argentina se aprecia mucho el rock nacional y por lo mismo el músico tiene otro enfoque. Por ejemplo el Indio Solari tiene el record del Pogo (mosh) más grande del mundo, con 150 mil personas! y están los grandes de siempre: Charly, Spinetta, Fito, Aznar, Cerati, Papo, Luca Prodan entre otros.
Con tales eminencias en tu infancia como no vas a tener inspiración para ser un creador. En Chile también tenemos artistas increíbles, pero la industria musical del país siempre ha sido ingrata con la producción nacional. Es cosa de prender la radio y analizar lo que suena durante el día, el porcentaje de música nacional es muy bajo y casi siempre de los mismos.
Además Argentina ha tenido una serie de crisis económicas y políticas que han afectado a todos de una u otra forma (no quiero decir que en Chile no haya ocurrido, pero me tocó vivirlo allá y por eso lo menciono) y por lo tanto el pueblo ha sacado pecho de una manera increíble, marchas masivas de cuadras y cuadras, haciendo revolución con el arte en el frente.
Me pareció sorprendente vivir el movimiento social en Argentina, lo agradezco de sobremanera ya que fue algo totalmente inspirador. Acá en Chile de cierto modo se vive una tranquilidad, hay un equilibrio que nos mantiene adormecidos. Quizá me desvié un poco de la pregunta pero siento que es un contraste que de todas maneras influye en el aspecto creativo del músico.
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En el aspecto musical, ¿cuáles son tus planes a futuro?
Pretendo dedicarme a tiempo completo a mi proyecto solista, tengo mucho material para trabajar durante los próximos años y estoy renovando mi propuesta con un par de máquinas interesantes que me permiten tocar guitarra, saxo y cantar sin la necesidad de una banda. Esto me dará mayor independencia para poder viajar a tocar en otros lados y dar a conocer lo que estoy haciendo, pero no puedo negar el deseo de formar la banda, ya que siempre compongo pensando en ese formato. Debe ser por mis influencias rockeras y proyectos pasados que me dieron experiencias maravillosas tocando con músicos increíbles.