Estudio revela que un 97% de encuestados en Los Ríos utiliza leña como principal combustible para calefacción
La Asociación de Consumidores y Usuarios ACOVAL de Los Ríos y la Corporación de Certificación de Leña dieron a conocer los resultados del estudio “Consumo Residencial de Leña en la ciudad de Valdivia: una mirada desde los Derechos y Deberes de los Consumidores”.
La investigación tuvo por objetivo conocer los hábitos y conductas en la adquisición y uso de leña en los hogares de Valdivia durante los últimos cinco años, enfocado a los derechos y deberes de los consumidores como también probables impactos de la pandemia COVID-19. Para ello, se encuestaron a 300 hogares durante octubre tomando todos los resguardos sanitarios necesarios.
Hay que precisar que la leña es un biocombustible utilizado ampliamente en el sur de Chile. Su uso principal es domiciliario, tanto para generar calor como para la cocción de alimentos, entre otros usos. Es muy competitivo frente a otros combustibles sustitutos como el gas, la parafina o la electricidad. Por ello experimenta un crecimiento sostenido, no sólo en Chile, sino también en otras partes del mundo, como energía local, accesible, renovable y neutra en emisiones de gases que provocan grandes cambios globales
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Principales resultados del estudio
Respecto al uso de leña y otros combustibles para calefacción se detectó que el 97% de los hogares encuestados utiliza leña como el principal combustible para calefacción. Un 53% combina con otros sistemas de calefacción, siendo el gas y la parafina las opciones más elegidas para ello.
En relación con las razones para adquirir leña, el principal argumento es por su capacidad calórica (39%), siendo la segunda razón su precio (31%).
En relación con el consumo de leña en el contexto COVID 19, se detectó que en un 40% de los hogares encuestados no ha habido modificaciones en el consumo de leña producto de la pandemia del COVID 19, en cambio, en un 60% sí. Estas modificaciones se relacionan mayoritariamente a una mayor permanencia de los integrantes del hogar en las viviendas y a un aumento en el consumo de leña, y por ende, un incremento en el gasto de este ítem por grupo familiar.
Asimismo, se reconoce que la leña es utilizada mayormente en los meses de invierno, sin embargo, su compra se realiza durante todo el año, principalmente entre los meses de octubre a marzo (78%).
En los últimos 5 años el formato de leña que más se adquiere es el metro largo. Entre el año 2016 al 2020 esta tendencia disminuye un 5,5% y se registra una tendencia al alza de 5,2% en la adquisición de leña trozada.
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Derechos y deberes del consumidor
Un 16% de los hogares encuestadas pide boleta o factura al momento de comprar leña. De este grupo:
● Un 38% lo hace para respaldarse ante futuros problemas que puedan originarse debido a una mala evaluación de la calidad y cantidad de leña adquirida y así poder reclamarle al comerciante.
● Un 17% solicita su comprobante porque es su derecho o deber como ciudadano.
● Otro 15% solicita el documento por motivos tributarios.
Por otra parte, el 84% de los hogares no solicita boleta o factura al momento de adquirir leña. De este grupo:
● Un 43,5% lo vincula a un reconocimiento de la informalidad del mercado.
● Un 18,2% considera que es una costumbre comprar leña y no exigir el documento.
● Un 11,5% no está interesado o no necesita comprobante.
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Descontaminación
Sobre el conocimiento del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de Valdivia y sus instrumentos, un 56% de los hogares encuestados conocen o ha escuchado acerca de él y un 44% no sabe de su existencia. Por otra parte, un 86% menciona estar al tanto del Plan Operacional de Gestión de Episodios Críticos).
A su vez, el 91% menciona conocer los efectos del uso de la leña húmeda en el medio ambiente, y a la vez un 92% responde que sí le preocupan estos efectos. Un 8% no le interesa que la calidad del aire sea mala respecto a la contaminación de este u otros efectos negativos producto del uso de leña húmeda.
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Desafíos entorno al uso de leña
Para Vicente Rodríguez, gerente de la Corporación de Certificación de Leña, la leña sigue siendo el combustible más utilizado en los hogares de Valdivia en los últimos 5 años y su preferencia está determinada principalmente por su capacidad calórica.
“La gente se encargó de ratificar las cifras que nosotros previamente ya conocíamos. Las principales razones para consumir leña, la época de consumo y compra, la modificación de consumo a causa del COVID-19. Algunas son bastantes obvias, pero nosotros conseguimos con este estudio la validación de las personas. Además, tenemos una tarea como sociedad civil. El 45% de la población en Valdivia dice no estar informada acerca de la política pública que hay en torno a la leña y la contaminación”, agregó Rodríguez.
En relación con esto último, el gerente de la Corporación de Certificación de Leña detalló que existen al menos tres desafíos a nivel nacional, regional y local respecto de cómo mejorar las condiciones del consumo de leña y de política pública respecto de este noble combustible.
“El primer desafío es para las autoridades, respecto a que se alcance a declarar a la leña y los demás biocombustibles sólidos de madera como tales, para que así se pueda regular el mercado, fiscalizar e implementar una certificación de calidad. A nivel regional, la institucionalidad a cargo del PDA está al debe, pues más del 40% no conoce el plan. Creemos que urge una reestructuración”, explicó.
En el ámbito local, Rodríguez puntualizó que se debe implementar lo más pronto posible la ordenanza municipal de comercialización de leña. “Quizás, en el mundo más político sea más o menos impopular sacar una restricción para un mercado que se caracteriza por ser atomizado. Sin embargo, está en juego la salud de la población. Creo que el llamado, el desafío, tanto para la Municipalidad y el Concejo Municipal, es que pongan apuro a esta ordenanza, pues sin duda será una contribución para ordenar el mercado de la leña”, afirmó.
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Trabajo con consumidores
En tanto, para Jesús Eugenio, socio de ACOVAL y coordinador del proyecto ejecutado con el Fondo Concursable para Asociaciones de Consumidores administrado por el SERNAC, existe otro desafío en la materia.
“El mercado informal en que se transa la leña, sumado al desconocimiento de los deberes y derechos del consumidor, permiten que éstos sean transgredidos por la persona que compra la leña sin boleta, así como también, por los proveedores que la venden. En ese contexto, es vital que las autoridades competentes inicien una campaña informativa masiva en la materia”, sostuvo.
Eugenio, añadió que “en general, gran parte de los hogares encuestados que consumen leña, no conocen bien los conceptos de derechos y deberes del consumidor, más bien tienen una noción de ellos. No solicitar la boleta es una transgresión a los deberes del consumidor que estos la justifican, mencionado que al no pedir la boleta o factura (comprobante), ahorran dinero”.
“Las personas que consumen leña consideran que el mercado de esta es tan informal que no se aplican los deberes ni los derechos del consumidor que nadie se hace cargo de que opere de acuerdo con un mercado formal”, concluyó.