Presupuesto de Obras Públicas y su Impacto en el Desarrollo Regional

Hemos conocido en los últimos días la proyección del gasto de obras públicas en el año 2018 en la Región de Los Ríos, la cual resultará ser, aproximadamente, unos 10.000 millones menos que el marco presupuestario aprobado en la Ley de Presupuesto para las obras públicas en la región.

De un presupuesto aprobado cercano a los 100.000 millones de pesos, el impacto en la economía y empleabilidad resulta evidente, además que, obras urgentes, y principalmente en territorios rezagados, se postergan, impactando en la competitividad de la Región, que desde que se creó en el año 2007, ha intentado ponerse al día en obras públicas, para estar al menos, a la par de las demás regiones de nuestro país.

Revisando el detalle del presupuesto 2018, como advirtieron algunos consejeros regionales, es posible constatar que se postergaron, y no iniciaron este año, obras de la Dirección de Vialidad, infraestructura como el Puente Reumén en Paillaco, el Puente Quinchilca en Los Lagos, la ruta Enco – Riñihue, el acceso Sur a Máfil y la pavimentación de la ruta Torobayo – Curiñanco, por mencionar sólo algunos, son parte de las obras que quedaron aprobadas para comenzar a ser ejecutadas en este 2018. A su vez, proyectos de conservación, caminos indígenas y rutas secundarias inclusivas, en zonas rurales, también se han postergado por diversas razones.

El impacto de no ejecutar este presupuesto es multiplicador, desde el punto de vista económico sin duda que lo más afectado es la empleabilidad, así como el desarrollo regional, las obras de construcción en general en Chile aportan aproximadamente un 7,5 % al PIB, y la empleabilidad es cercana al 8,5 %, según estudios de la Cámara Chilena de la Construcción. Si consideramos que dentro del presupuesto del Ministerio de Obras Públicas la preponderancia en la ejecución del gasto lo tiene la Dirección de Vialidad, es evidente que el impacto se amplifica, y también sus efectos en el corto y mediano plazo.

Por otra parte, es necesario considerar que el acceso equitativo a infraestructura de calidad es un factor indispensable para el desarrollo económico y social, y en tal sentido, nuestro país ha emprendido un camino de transformaciones para terminar con las inequidades en todas sus dimensiones y crecer con sustentabilidad e inclusión en todo el territorio, postergar inversiones en territorios rezagados afecta la competitividad regional, la inclusión, la justicia social, y lo más importante, se postergan soluciones urgentes para el beneficio de nuestros habitantes.