Procesan a excarabineros por homicidio de obrero minero durante la Dictadura Cívico-Militar en La Unión
Dos excarabineros fueron procesados por el homicidio de trabajador minero en La Unión, hechos acontecidos en octubre de 1973 durante la Dictadura Cívico-Militar.
El ministro que revisa casos por violaciones a los derechos humanos en Valdivia y otras comunas del país, Álvaro Mesa, sometió a dicho proceso judicial al ex cabo primero de la Tercera Comisaría de la capital provincial del Ranco, Bernardo Orlando Barrera Vargas, en su calidad de cómplice del homicidio calificado de Osvaldo Jaramillo Figueroa, quien ejercía labores en la carbonífera de Catamutún de la mencionada comuna.
Del mismo modo, se procesó al mayor en retiro de la institución policial, Mario Hugo Molina Hernández, en calidad de encubridor de dicho delito.
En la resolución, el Ministro Mesa dejó sujetos a la medida cautelar de arresto domiciliario total a ambos excarabineros, argumentando que su libertad “constituye un peligro para la seguridad de la sociedad”.
De acuerdo a los antecedentes de la investigación, los acontecimientos se remontan a los días posteriores al Golpe de Estado de 1973, período en que Carabineros se dirigió hasta la mina carbonífera de Catamutín para detener a trabajadores que eran requeridos por distintos motivos, todo esto en el marco de las medidas de control de la población, orden y toque de queda establecidas en la Dictadura.
Dentro de estos trabajadores se encontraba Jaramillo Figueroa, quien tenía 24 años y habría sido simpatizante del depuesto Gobierno de la Unidad Popular. Además, fue citado con anterioridad por Carabineros de la Tercera Comisaría de La Unión para ser interrogado por porte de armas y su presunta participación en el denominado “Plan Z”, cita a la cual la víctima no acudió, motivo por el cual fue detenido y subido a un jeep Land Rover para ser trasladado al recinto policial.
En el vehículo se produjo un forcejeo en el cual el obrero minero intentó arrebatar un fusil a Barrera Vargas, escapándose un tiro en medio de este hecho. Luego de esto, el teniente Guillermo Emilio Ramírez Mazzarelli –quien también estaba en la camioneta– instruyó bajar a la víctima y disparar a quemarropa a Jaramillo Figueroa, provocándole la muerte en el lugar.
El cadáver del joven fue derivado hasta la comisaría donde se estaban detenidos sus compañeros de trabajo de la mina, a quienes se les exhibió el cuerpo de la víctima para su reconocimiento, amenazándoles de muerte si no cooperan en los interrogatorios a los que serán sometidos.
Según lo expuesto por el Ministro Mesa, hasta la fecha no hay certezas respecto a dónde está inhumado el obrero minero, pese a que en su certificado de defunción de fecha 4 de octubre de 1973 se determina como causa de muerte fusilamiento, pero no existe protocolo de autopsia en los registros del Servicio Médico Legal según oficios ni copia del expediente militar de la época.
De hecho, los familiares de Jaramillo Figueroa no se enteraron de su muerte hasta varios años después, sin tener la claridad en torno a dónde se encuentra su cuerpo, solo antecedentes como un certificado emitido por el cementerio municipal que comunica que no se encuentra sepultado en dicho recinto.
Finalmente, los antecedentes de la investigación indican que Carabineros no realizó ningún sumario administrativo para aclarar los hechos ni establecer responsabilidades de la muerte del trabajador.