Proponen objetivos para conciliación en demanda por proyectos inmobiliarios en costa de Valdivia
Un total de nueve objetivos propuso el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, para arribar a una conciliación en la demanda por daño ambiental respecto a los proyectos inmobiliarios Cutipay l, Cutipay ll, Pilolcura y Canelales, ubicados en la costa valdiviana.
Con un plan de trabajo para cada uno de los proyectos, se establecieron las bases de conciliación emanadas desde este tribunal, respecto al proceso que es llevado por el Consejo de Defensa del Estadocontra la Sociedad Agrícola Kuriñanco Ltda, la Inmobiliaria Pilolcura Ltda y los socios de ambas empresas, cuyas obras se mantienen paralizadas.
Así, el documento plantea el cumplimiento de nueve objetivos, los cuales deberán ser alcanzados con la confección de una carta gantt con los plazos y acciones, junto a indicadores de inicio y término de las mismas, sumado a un indicador de éxito para cada una.
El primer objetivo es asegurar el cumplimiento de toda normativa aplicable, procurando, según el documento del tribunal, “que con las acciones y/o actividades propuestas las demandadas no generarán nuevos núcleos urbanos, según se señala en ese cuerpo normativo, y demás normas pertinentes”.
Como segundo punto está el conocer el estado actual de los sectores donde se desarrolla cada proyecto, a través de un diagnóstico que identifique potenciales afectaciones en los diversos ecosistemas, tarea que se complementará con la detención de la extracción de agua subterránea en la zona.
Un tercer objetivo es controlar los riesgos de remoción, derrumbe, erosión hídrica y eólica del suelo, así como la afectación de los cauces superficiales y subterráneos cercanos. Esto se deberá cumplir con acciones que incluyan, por ejemplo, reforestación de quebradas, estabilización de taludes, compactación de suelos, entre otros.
También se contempla el gestionar la constructividad del área de cada proyecto, en función de los riesgos identificados, prohibiendo cualquier obra en los sectores en que no sea posible llevarlas a cabo.
En quinto lugar está definir las condiciones de desarrollo que permitan la conservación de los ecosistemas, mediante estudios especializados que establezcan el número máximo de personas que puedan habitar cada espacio, sin alterar los ecosistemas y las fuentes de agua, el suelo o la flora y fauna.
Una relación directa con lo anterior tiene el sexto objetivo, que plantea preservar las condiciones generales del ecosistema presente en cada proyecto, acordándose una fórmula jurídica que asegure que las viviendas no excedan lo considerado en el objetivo anterior, teniendo presente la compatibilidad con el uso actual del suelo.
Además, está el preservar las costumbres de la población indígena presente en la zona. Para ello, se deberán establecer mecanismos de comunicación con las comunidades, conservando los sectores relevantes para su desarrollo espiritual y manifestaciones culturales.
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Mandatos específicos.
Sumado a esto, el tribunal estableció dos objetivos específicos para tres de los cuatro proyectos. El primero es que en el área de Cutipay II y Canelales se estabilicen las cabeceras de quebradas y taludes cercanos al Estero San Ramón, mientras que el segundo consiste en que los proyectos Pilolcura y Canelales eviten afectar el Sitio Prioritario Curiñanco.
La instancia jurisdiccional puso un plazo de 60 días para presentar los cuatro planes de trabajo. A partir de la aprobación de éstos, el tiempo para desarrollar los estudios y demás acciones para el cumplimiento de los objetivos es de seis meses; salvo para el primer y segundo punto, donde se contemplan tres.
De todas formas, existe la posibilidad de que estos tiempos sean prorrogados, con justificación técnica y acuerdo de cada una de las partes.