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Los Opinantes Lunes 15 de Abril de 2019 | Publicado a las 00:48 | Actualizado a las 00:48

Sobre la Playa Los Molinos

Publicado por: Claudia Latorre Zepeda
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Fugarse desde la ciudad a la costa es un verdadero placer, sentir esa sublime inquietud de saber que disfrutaremos de la brisa marina, del atardecer y el amanecer, de una arena cómoda y apaciblemente oscura, pero hermosa e inquietante, sobretodo cuando amasa nuestros pies descalzos sobre ella; sabemos que  no siempre llueve en Valdivia y podemos […]

Fotografía de contexto | RioenLinea

Fugarse desde la ciudad a la costa es un verdadero placer, sentir esa sublime inquietud de saber que disfrutaremos de la brisa marina, del atardecer y el amanecer, de una arena cómoda y apaciblemente oscura, pero hermosa e inquietante, sobretodo cuando amasa nuestros pies descalzos sobre ella; sabemos que  no siempre llueve en Valdivia y podemos complacernos de la playa en el año, con o sin lluvia, con o sin frío, el abundante bosque y la cercanía de la ciudad hacia la costa provocan un ambiente grato durante el viaje (17 km), además el paisaje que acompaña es deslumbrante, hay miradores y lugares de descanso, esas zonas son propicias para esquivar al conductor acelerado que presiona para que vayas a su velocidad o te infectes con su estrés desquiciado. ¡Evítalos!, hay por montón de esa “especie” en la región.  

El fin de semana nos fuimos almorzar y pasear a Los Molinos, nos había quedado el recuerdo del verano, una playa limpia, con una calle de restaurantes que te ofrecen todo tipos de platos, de amplia cocinería, además la atención era amable y de lugares resplandecientes; El balneario posee una playa de aproximadamente 600 metros de largo y apta para bañarse, además entrega ofertas de cabañas frente al mar, ¡hermoso!

Fuimos ilusionados, pero cuando llegamos al lugar fue tremendamente desconcertante, no por su espléndido y natural paisaje, sino que por la falta de conciencia en el cuidado del medio en el que habitas o visitas, la falta de cultura y de respeto por el entorno fue desolador, pareciera que el verano se llevó la limpieza y mantención del lugar quedando este lindo recuerdo en el olvido.

Parecía que hubiera habido un tornado y lo desalojó todo, de basureros rebalsados de moscas y desechos, la avenida principal era una alfombra de colillas de cigarros, había todo tipo de excremento en la arena que ya parecían petrificados de tanto tiempo que estuvieron ahí esperando que los sacaran, pensé incluso que bajo esa arena había más suciedades que no quise investigar.

La playa es atractiva, hay una caleta que te ofrece pescados, mariscos y más comida, pero desconozco que ocurre con la mantención de este perfecto balneario, entiendo que es culpa del visitante y del habitante que arroja su basura fuera de los basureros, pero también la culpa es de quienes están encargados de limpiar y mantener el lugar, es un circulo de culpabilidades que recae en una contaminación horrible y desbordante para los comerciantes y turistas, para el propio habitante.   Daba pena ver las banderas flameando en la costa, invitando a disfrutar de la playa todo el año, parecía un vertedero o una playa que alguna vez cuidaron, debo mencionarlo, no podemos desconocerlo.

No es primera vez que en Chile veo un balneario en abandono absoluto, y era desconcertante ver los restaurantes aun funcionando frente a esta costa maltratada, luchando por sostener la imagen, el comercio y el turismo, simulando la suciedad frente al extranjero y el propio chileno, los garzones y comerciantes jamás perdieron la amabilidad.

Los Molinos, es un lugar perfecto para visitar, ofrece de todo, pero su entorno sucio y abandonado del fin de semana fue vergonzoso.

 

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