Trabajador de cementerio ganó millonario premio en menos de 90 minutos en Valdivia
Un trabajador de un cementerio en Valdivia ganó más de $15 millones tras haber concurrido al Casino Dreams, lugar en donde tras haber jugado por menos de 90 minutos obtuvo la recompensa.
Andrés Silva, administrador de un cementerio en Valdivia, concurrió al Casino Dreams lugar en donde en menos de 90 minutos obtuvo un millonario premio. Posteriormente depositó el dinero en el banco y fue a su trabajo.
Andrés relata que suele ir al casino a distraerse, conversar con amigos y cambiar de aire, unas dos o tres veces por semana . Al fin -enfatiza- en 36 años junto a su esposa, “hicieron la pega”: educaron a sus tres hijos. Un arquitecto, un veterinario y un dentista.
Quien se desempeña como administrador de un Camposanto, recuerda que un domingo por la tarde le llegó un mensaje de Dreams Valdivia donde le obsequiaban un bono de 4 mil puntos, lo que equivale a unos 30 mil pesos, para probar suerte en las máquinas de azar. Recuerda que los lunes entra en la tarde al trabajo por lo que aprovechó la mañana para ir al centro, hacer unos trámites y, a mediodía, pasó a cobrar el bono para que no se le fuera a vencer.
“Cuando me quedaban 12 de los 30 mil, comencé con jugadas de 1500 pesos, porque el tiempo avanzaba y a las 15 horas debía estar en el trabajo. A la cuarta tirada se para la máquina y aparece la tremenda cifra”, relata el aún sorprendido ganador de la jornada, quien, según testigos, repartió propina a todo el personal que estaba cerca de la máquina triunfadora. “Todos los muchachos y las señoritas son muy amables y ellos me dieron la suerte, creo yo”.
Como el tiempo apremiaba, don Andrés recuerda que se echó los fajos de billete a los bolsillos de su casaca y pantalón, tomó una micro hacia el banco. Allí, depositó y llegó puntualmente al trabajo.
Sobre qué hará con los más de 15 millones de pesos, el afortunado guardó un largo silencio y luego se emocionó hasta las lágrima.“Uno da todo por la familia y no le puede andar diciendo a los hijos lo que falta y no falta, porque uno primero cumple los sueños de ellos y uno se posterga. Yo siempre he tenido autos viejos. De hecho tengo una Luv 97, por eso decidimos con mi esposa comprarnos un vehículo cero kilómetro”, sentenció el tocado por la diosa fortuna.
Ya muy pronto, Andrés y su señora podrán ir a su parcela, donde crían aves exóticas, en auto nuevo. “Cómodos y sin riesgos de desperfectos y, como dice sonriente, les llevará la comida que aves, gatos y perros, nunca han probado en su vida”, sentenció.