VIH SIDA: Más que preocuparnos debe ocuparnos
Hace unos días los datos de ONUSIDA ocuparon las portadas de los medios de prensa. Lamentablemente la discusión se basó en responsabilidades frente al aumento de personas que viven con el VIH-SIDA y que no lo saben o no están en tratamiento. Más aún la discusión se tornó básica, tras cuestionar el uso del condón […]
Hace unos días los datos de ONUSIDA ocuparon las portadas de los medios de prensa. Lamentablemente la discusión se basó en responsabilidades frente al aumento de personas que viven con el VIH-SIDA y que no lo saben o no están en tratamiento. Más aún la discusión se tornó básica, tras cuestionar el uso del condón como centro de la política preventiva.El tema que realmente nos debe preocupar y ocupar, y que como Colegio Médico de Valdivia nos convoca, es tener la capacidad de informar a las personas que viven con VIH y más aún dar la compañía para que se integren al sistema de salud pública, que a través del GES garantiza su tratamiento en forma gratuita.
El aumento del VIH Sida en la población no obedece a un solo factor, sino que podemos decir en forma seria y responsable que es multifactorial, sin preferencia sexual, sin condición social, raza o creencia. Entonces, la manera de enfrentar debe ser mancomunadamente, desde el sistema estatal en plenitud y bajo una mira multisectorial.
En ese sentido, quiero destacar las palabras de Carlos Passarelli, director de ONUSIDA para el Cono sur, quien tras visita a nuestro país, fue tajante en indicar que Chile se encuentra “muy cerca” de alcanzar el 90% de notificaciones a personas portadoras del VIH. Se trata de un compromiso sanitario internacional adquirido por nuestro país, que va en el camino indicado contra la lucha de esta enfermedad.
El diagnóstico es una de las bases de la prevención, ya que la toma de conciencia de los pacientes no sólo permite su tratamiento; sino el cuidado de terceros. Por ello, no debe alarmarnos las actuales cifras de VIH Sida que conocemos, ya que en teoría responden a una mejor pesquisa y búsqueda activa de nuevos casos.
Lo que debe alarmarnos, es pensar que existe sólo un camino para enfrentar esta enfermedad. En definitiva, más que buscar responsabilidad; el llamado es a entender que abordar este problema debe ser desde todos los frentes del Estado y por qué no desde lo privado; en donde todos tienen algo que aportar desde su calidad de expertos y por cierto tienen la capacidad de involucrar a la sociedad que en definitiva es el agente de cambio a la hora de la prevención.